Nos encaminamos hacia un tipo de empresa que personaliza cada vez más a sus colaboradores, que conoce sus fortalezas y ambiciones para encontrar el nexo entre esa información y lo que puede ofrecerle para alinearse y ser juntos más productivos.
Estas hojas de ruta diseñadas a medida de cada profesional ofrecen un horizonte temporal bastante visible.
Además, nos brindan la posibilidad de comenzar a realizar acciones que sean pertinentes a lo que necesita cada uno de los individuos, como asignación de proyectos, coaching, programas de capacitación, expatriación, entre muchas otras.
Esta práctica -presente hace algunos años- no debería descuidarse y también podría tomarse como la base de la que se despeguen nuevos elementos para así adaptar al desarrollo del talento a la nueva realidad.
Por otro lado, también estamos frente a una realidad de talentos que buscan calidad de vida y cierto bienestar que se autorregule entre sus tareas laborales y aquellas de otras áreas. No negocian en este aspecto. ¡Y lo mucho que deberíamos aprender de ellos!
Es un gran y atractivo desafío poder lograr la mejor forma de encuentro teniendo en cuenta todas estas variables.
Lina De Giglio
Directora de Capacitar-DE
www.elblogdecapacitar.com